No tenía idea de la existencia de ese lugar, habrá que darse una vuelta.
Como dato curioso, cuando Santo Tomás de Aquino empezó a leer y trabajar las obras de Aristóteles, este también estaba prohibido, pero por consejo de San Alberto Magno (si no me equivoco), lo siguieron estudiando.
No tenía idea de la existencia de ese lugar, habrá que darse una vuelta.
Como dato curioso, cuando Santo Tomás de Aquino empezó a leer y trabajar las obras de Aristóteles, este también estaba prohibido, pero por consejo de San Alberto Magno (si no me equivoco), lo siguieron estudiando.